Celos del hermano pequeño

enero 18, 2016

La llegada del hermanito es otra circunstancia que propicia los celos, pues el pequeño intruso trastoca por completo la vida del primogénito. Va a tener que compartir el cariño de sus padres, que al principio van a estar totalmente volcados en el pequeño, y ésta es una situación nueva, muy difícil de aceptar para él.

Hasta que se amolde a ella es normal que exteriorice su malestar llorando y protestando, molestando al pequeño, reclamando atención en cuanto el bebé llora…

En cualquier caso, para ayudar a vuestro hijo a superar sus celos es importante que sigáis estas pautas:

  • Involucradle en los cuidados del hermanito desde el primer momento e insistid en que el bebé es muy pequeño y necesita que él le cuide para hacerse grande. Así reducís el riesgo de que le pegue y evitáis que vuestro primogénito se sienta relegado a un segundo plano, lo que le crearía mucha inseguridad.
  • Procurad mantener algunas de sus rutinas habituales, para que vea que su mundo de siempre no se desvanece. Son especialmente importantes el cuento de buenas noches, para que descanse tranquilo, y que uno de vosotros le lleve a la guardería o al colegio, para que se sienta a gusto las horas que pase allí. Llamad a estos ratitos «vuestros momentos» y hacedle ver que son exclusivos para él, puesto que el bebé no puede molestaros.
  • A diario, dedicad un tiempo a hablar con él para que exprese cómo se siente ante la llegada de su hermano. Desahogarse le tranquilizará mucho y mejorará su predisposición hacia el pequeño. De todos modos, por si acaso, no le dejéis a solas con él, no sea que en un momento de rabia o de amor intenso (ya hemos dicho que no sabe controlar sus emociones) le haga daño.
  • Hacedle ver que ser el mayor implica numerosos privilegios: acostarse un poco más tarde, comer con vosotros, estrenar ropa, cuentos y juguetes, en lugar de heredarlos…
  • Insistid en que el pequeño no tardará mucho en crecer y pronto podrá jugar con él, no sólo darle la lata. Esta idea le reconfortará y le hará más fácil querer al bebé.
  • Por último, es importante que deis unas pautas a vuestros familiares y amigos para que cuando vayan a veros no metan la pata. Pedidles que antes de acercarse a la cuna a ver al pequeño saluden al primogénito; que le lleven un regalito (aunque sólo sean unos cromos), para que vea que se han acordado de él, y que cada vez que dediquen un halago al pequeño, también digan algo bueno al niño mayor.

OTRAS FORMAS DE EXPRESAR QUE TIENE CELOS DEL BEBÉ

  • Mostrar indiferencia hacia el pequeño. Es un intento del primogénito de volver atrás, a esos tiempos en los que él era el único rey de la casa y se sentía el ojito derecho de todos. Lo más pedagógico es encargarle de alguna tarea relacionada con el pequeño (que le guste, para que no la vea como una obligación), para que se divierta con él y así le vaya cogiendo cariño (ayudar a bañarle, a llevar el cochecito por la calle…).
  • Responsabilizarse en exceso del hermanito. Los objetivos de esta actitud son: controlar una situación que le desborda y llamar la atención de los padres. Conviene responsabilizarle de tareas sencillas y evitar que quiera hacer otras inadecuadas para su edad, ya que esto puede crearle ansiedad. Explicarle que vosotros estáis ahí para cuidarlos a los dos y que él no tiene que preocuparse de nada le ayudará a relajarse.
  • Adoptar comportamientos que ya tenía superados. Hacerse pis encima, querer beber en biberón, llorar por la noche, pedir el chupete… Con estas actitudes el hijo mayor pretende volver a sentirse tan protegido como cuando era un bebé. Lo más práctico es acceder a sus deseos: darle el chupete y el bibe, ponerle el pañal… Él mismo se dará cuenta enseguida de que estos accesorios ya no le satisfacen y dejará de reclamarlos.

Pequelandia León

Fuente :Silvia Cándano. Asesora: Noelia Gálvez, psicóloga. para crecerfeliz.es

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