Educar es una de las tareas más difíciles a las que se enfrentan los padres. Y aunque no hay fórmulas mágicas, te dejamos estas recomendaciones para que tu tesoro crezca feliz.
1. Pon el ejemplo: desde pequeños los niños tienden a imitar las conductas de los padres, ya sean buenas o malas. Aprovecha las costumbres cotidianas, como saludar o comportarse en la mesa, para que adquieran hábitos correctos de conducta y poco a poco tomen responsabilidades.
2. Comunicación : la comunicación sirve para que se conozcan mejor y para expresar sus sentimientos. Habla mucho con tus hijos, cuéntales cuentos y sobre todo, deja que sean ellos quiénes te cuenten sobre sus gustos, actividades y por qué no, sus molestias.
3. Aprende a poner límites: las normas deben ser claras y coherentes e ir acompañadas de explicaciones lógicas. Tienen que saber lo que ocurre cuando no hacen lo que se les pide. Por ejemplo, debes dejarle claro que después de jugar debe recoger sus juguetes.
4. Deja que se equivoque: la mejor forma para que los niños exploren el mundo es permitirles que ellos mismos experimenten las cosas. Y si se equivocan, tú tienes que estar ahí para cuidar de ellos física y emocionalmente, pero con límites. La sobreprotección protege a los padres de ciertos miedos, pero no a los hijos. Tienes que dejarlo correr riesgos.
5. Nunca lo compares: elimina frases como «aprende de tu hermano», «¿Cuándo vas a llegar a ser tan responsable como tu prima?» Por el contrario, debes resaltar sus cualidades, recuerda que cada persona es diferente y tiene cualidades únicas.
Noticia publicada en la revista Padres e hijos.