Para que un barco llegue al destino elegido se requiere fundamentalmente de un timón en buenas condiciones. Los niños esperan que papá y mamá sean su timón, pero si sienten que estos no tienen la autoridad suficiente para dirigir el barco, como seres inteligentes que son se apoderan y cogen ellos el mando. Y una vez aquí, ¿qué podemos esperar? Los padres pueden educar con límites y normas, pero también con mucho cariño.
A veces, cuando los padres tardan mucho en reconocer su papel, el barco ya ha cambiado de dirección, por lo que puede que tengamos inconvenientes serios para volver a guiarlo. Pero, ¡con voluntad y mucho amor puedes conseguirlo! Que los padres ejerzan autoridad desde el amor en sus hijo establece la sintonía perfecta para una buena educación.
Cuando un niño crece sin límites se siente desvalido e inseguro, provocando conductas indolentes que le hace perder su tiempo con acciones que pueden dañarle a él/ella y a los demás. Si tu pequeño es educado sobre bases firmes que le den seguridad, podrá descubrir su poder, sus dones y sus habilidades.
Si crees que tú no eres el que lleva el timón en la educación de tus hijos, te invito a que sigas leyendo. ¡Nunca es tarde para volver a intentarlo!
Recuerda que se trata de ‘recuperar el timón de tu barco’, para ello necesitas ganar seguridad en ti mismo. Puede que familiares o amigos quieran aconsejarte, y aunque sus opiniones pueden ser válidas, nadie mejor que tú conoce a tu hijo. Trazar tu plan y seguir estos consejos pueden ser de gran utilidad. ¡Gana confianza en ti mismo ideando tu propio plan para educar a tus pequeños con mucho amor!
– Ten confianza en que puedes hacerlo
Una vez decidas que quieres ser tú el que guíe la educación de tus hijos, no te permitas dudar. Háblate con frases seguras y positivas. Cuando te descubras dudando, aunque sea en pensamiento, di ‘cancela’ y dirige tu mente para que te lleve a soluciones y no al problema.
– Traza el plan
Haz una lista con lo que te gustaría que cambiara o mejorara tu pequeño (y tú) y busca diferentes alternativas para poder ofrecerle. Sugiero que los cambios los propongas poco a poco y decidas cual será el orden.
– Elige una actividad en la que disfrutes con tus hijos
Es una bonita forma de conectar con tus pequeños, a la vez que te la pasas en grande con ellos. Si no encuentras ninguna, observa que le divierte y le hace feliz. Acompáñalo y mantente presente en la actividad. Que tu hijo sienta que de verdad lo disfrutas es muy valioso para ellos.
– Busca el momento idóneo y sincérate con tu hijo
Habla con tu pequeño sobre la situación, de cómo te sientes y en qué crees qué has fallado. Después pídele disculpas y dile que quieres conseguir, por ejemplo, ‘Quiero disfrutar de tu compañía y hablar tranquilamente contigo’. Aquí es muy importante que no le culpabilices y propongas el cambio que quieres conseguir dando a elegir como mínimo dos opciones.
– Una vez hecho el acuerdo, ¡mantente firme!
Hay días en que las circunstancias puede que no te acompañen, aun así, no cedas y respeta el acuerdo con firmeza.
10 consejos para educar a tus hijos con autoridad y amor
La autoridad desde el amor incentiva a los niños y les guían hacia su felicidad. Piensa que mañana es un día perfecto para mejorar lo que hoy no pudiste. No escatimes esfuerzos y piensa que ¡si otros pueden, tú también! Te dejo algunos consejos que te pueden ser útiles.
1. No utilices la ley del más fuerte, mejor establece acuerdos que sean favorables para ambos.
2. Suelta un poco la cuerda en función de sus logros y avances. Felicítale y hazle saber que confías en ellos.
3. Piensa en cosas que pueden carecer de importancia, pero que impones a tus hijos y generan malestar. Deja que elijan algunas de ellas y acéptalas con amor.
4. Tan importante es marcar el límite, como explicarlo. Procura hacerle ver la parte positiva del límite.
5. Por más que tu pequeño te insista o cambie su comportamiento, no cambies de opinión ante una decisión ya tomada.
6. Independientemente de si has tenido buen día, ejerce tu autoridad todos los días.
7. Sé el referente de tu pequeño, ellos te admiran e intentan copiarte en todo.
8. Encuentra el equilibrio entre permisividad y el autoritarismo. Cada familia consigue su propio equilibrio. ¡Descubre cual es el tuyo!
9. El niño puede tener sentimiento de injusticia si no cumples las promesas. Esto no favorece la conexión con tu pequeño.
10. Los niños suelen hacer caso omiso de los sermones. Si fortaleces la comunicación efectiva, tendrás mucho ganado.
Fuente : Claudia Johana Mesa Córdoba, Coach para guiainfantil.com
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