El conflicto entre los progenitores predijo que los niños tenían miedo de ser abandonados por uno o ambos
El conflicto entre padres divorciados o separados aumenta el riesgo de que los niños desarrollen problemas de salud física y mental, ante el temor de sentirse abandonados, según una nueva investigación que publican en la revista «Child Development».
El nuevo estudio, del Instituto de Investigación y Educación para el Avance de la Salud Infantil (REACH, por sus siglas en inglés) de la Universidad Estatal de Arizona (ASU), ha descubierto que los niños sienten miedo de ser abandonados cuando sus padres divorciados o separados se involucran en un conflicto. Preocuparse por el abandono predijo futuros problemas de salud mental en los niños, apuntan los investigadores.
«El conflicto entre padres divorciados o separados predijo que los niños tenían miedo de ser abandonados por uno o ambos padres –señala-. Este sentimiento se asoció con problemas de salud mental en el futuro, especialmente para aquellos que tenían relaciones sólidas con sus padres».
Con base en estudios que incluían a niños de familias con padres casados que cohabitan, los investigadores sabían que los niños ven el conflicto entre padres como una amenaza y a menudo se preguntan si sus padres se divorciarán.
Para comprender cómo los niños con padres divorciados o separados interpretaron el conflicto entre padres, los investigadores encuestaron a las familias que participaban en el Programa Nuevos Comienzos, preguntando a 559 menores (de 9 a 18 años) sobre su exposición al conflicto.
Las preguntas incluían temas como si sus padres peleaban frente a ellos, hablaban mal del otro padre o pedían a los niños que llevaran mensajes. Los niños expuestos a conflictos entre padres tenían más probabilidades de informar que les preocupaba ser abandonados por uno o ambos padres.
«Cuando los padres que están casados o que viven en pareja se involucran en un conflicto, el niño puede preocuparse de que sus padres se separen -explica O’Hara-. Pero los niños cuyos padres están divorciados o separados ya han visto la disolución de su familia. La idea de que puedan ser abandonados puede ser poco probable, pero no es ilógica desde su perspectiva».
El miedo al abandono era persistente: la exposición al conflicto de los padres predijo el miedo al abandono tres meses después. Y, la preocupación por el abandono predijo problemas de salud mental, según informaron los propios niños y sus maestros, 10 meses después.
Debido a que se sabe que las relaciones de calidad entre padres e hijos protegen a los niños contra el estrés, los investigadores esperaban que los niños que tenían relaciones sólidas con sus padres experimentaran menos miedo al abandono y a los problemas de salud mental, pero el equipo no encontró un efecto amortiguador general de la paternidad.
« Una relación sólida entre padre e hijo tenía un costo cuando el conflicto entre los padres era alto -añade O’Hara-. Tener una relación de crianza de alta calidad protege, pero es posible que la crianza de calidad por sí sola no sea suficiente en el contexto de altos niveles de conflicto entre padres divorciados».
Fuente : ABC Padres e Hijos
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