Puede que sea un síntoma más de una alergia y puede que no. A menudo confundimos los casos de rinitis y pensamos que simplemente nuestro hijo ‘debe tener alergia al polen‘. Los estornudos, los ojos rojos… todo parece encajar. Pero no siempre es así. A veces la rinitis aparece en otro momento y no es indicativo de ninguna alergia.
Tipos de rinitis en los niños
La rinitis no es otra cosa que la inflamación de la mucosa nasal. Produce estornudos, picor de garganta y de ojos, obstrucción nasal y a veces incluso, pérdida del olfato. Es cierto que está muy ligado a las alergias, pero a veces también puede ser indicativo de otro tipo de enfermedades, como el asma.
– Rinitis infecciosa: causada en la mayoría de los casos por una infección vírica. Puede ser más aguda si además hay un desvío del tabique nasal o vegetaciones.
– La rinitis alérgica estacional: es la rinitis propia de la alergia al polen. Se da en primavera y a principios de verano. Los síntomas son reconocibles a simple vista: estornudos, picor de ojos y garganta, nariz enrojecida y en algunos casos conjuntivitis. Unas pruebas de alergia determinarán a qué polen es alérgico tu hijo (no suele aparecer antes de los 2 años).
– La rinitis alérgica no estacional: es cuando la rinitis deja de estar relacionada con la estación de la primavera o principios del verano, y se produce a lo largo del año. Es decir, que la rinitis es perenne. Las causas más conocidas son los agentes alergenos (hay algo en el ambiente que produce alergia al niño, como los ácaros del polvo, la orina de los animales…). A la larga puede provocar sinusitis y pólipos nasales.
– Rinitis vasomotora: se produce cuando los vasos sanguíneos de la membrana mucosa de la nariz se dilatan. Los síntomas: estornudos y goteo nasal. Se produce ante los cambios bruscos de temperatura, el humo del tabaco, la humedad o los olores fuertes.
– Rinitis hormonal: está ligada a los casos de hipotiroidismo infantil y la diabetes infantil.
Tratamiento de la rinitis infantil
El primer paso para poder tratar la rinitis es diagnosticarla. Es decir, saber qué tipo de rinitis es. En el caso de las rinitis alérgicas (la más común entre los niños), determinar qué produce alergia a nuestro hijo. Una vez localizado el agente alérgeno, evitar el contacto con él. Por ejemplo, en el caso de alergias al pelo de un animal, evitar la convivencia del niño con este animal.
Si el niño es alérgico a los ácaros, tendrás que mantener una escrupulosa limpieza en el hogar, utilizar fundas y edredones especiales, lavarlos semanalmente a 60ºC y retirar alfombras y moquetas (lugar de máxima concentración de ácaros).
Aparte de intentar alejar el agente alergeno del niño, seguramente que el alergólogo le recete un medicamento de la familia de los antihistamínicos o bien algún corticoesteroide nasal. En los casos más graves, existen vacunas específicas para tratar la alergia.
Escuela Infanrtil Pequelandia
Guarderia y preescolar en León.
Fuente : Estefania Esteban para guiainfantil.com