Muchos padres piensan que los niños que hablan solos tienen algún problema psicológico, pero no es así en realidad. El hecho es que se encuentran bien de salud mental y poseen, además, una excelente conexión entre la inteligencia y aquello que se conoce como habla privada. El desarrollo del habla y el desarrollo del pensamiento van parejos, pues a medida que maduran su inteligencia, maduran en el habla, y a medida que hablan y mejoran el lenguaje, desarrollan su cognición.
¿Debemos dejar que el niño hable solo en voz alta?
Según estudios realizados por médicos expertos, hablar con uno mismo y en voz alta ayuda a que los pensamientos sean más precisos y certeros. Se piensa mejor. Asimismo, las decisiones que se toman son mucho más efectivas, los pensamientos se organizan de manera más coordinada e incluso representan un soporte importante para la superación personal.
Con este contexto, nunca se deberá llamar la atención al niño ante tales circunstancias. Estas pequeñas reflexiones contribuyen enormemente a que mejoren el lenguaje y a controlar su comportamiento por lo que seguramente adquirirán excelentes habilidades.
Por otro lado, algunos expertos ven esta situación como un desarrollo de la parte cognoscitiva de todos los niños.
Existen tres situaciones muy comunes en la que los niños que hablan solos, y son las siguientes:
– Antes de comenzar a hacer algo
– Después de haber terminado de hacer algo
– Cuando están haciendo algo
Estas situaciones son una especie de análisis previo que el niño hace, como una forma de planificar un juego. Esto es bueno para su salud mental ya que no solo mantiene las neuronas activas, sino que lo mantiene entretenido en cosas importantes para él.
¿Habla de manera egocéntrica?
Al hecho de hablar solos o para sí mismos, se denomina «habla egocéntrica», y se diferencia del «habla social» (el que usamos para hablar con los demás) porque no hay ningún deseo de comunicar algo a otras personas.
Fue el psicólogo suizo Jean Piaget quien en 1926 observó que aproximadamente el 50% de los niños menores de seis años hablaba solo. A partir de esa edad, el «habla egocéntrica» va descendiendo y va dando paso al “habla interna”.
Esta es una manera de definir el habla de los niños y puede ser de tres tipos:
– Repetición o ecolalia. Cuando los niños repiten las palabras que dicen los demás, e incluso las frases, de manera que las va interiorizando para luego utilizarlas en sus propios discursos.
– Monólogo. Cuando el niño habla consigo mismo, sin necesidad de que haya nadie delante o, aunque lo haya, porque no dirige su mensaje hacia él (muy típico de cuando están preparando algo o haciendo algo que requiere varios pasos y que puede darse también cuando simplemente hacen diálogos, como si él fuera el emisor y el receptor).
– Monólogo colectivo. Similar al anterior, pero cuando va dirigido a otro niño o a otra persona y no hay respuesta del receptor no le toman importancia y siguen hablando solos.
¿Hasta cuándo hablan solos?
El habla egocéntrica empieza muy pronto, pero es a partir de los dos o tres años cuando se comienza a desarrollar el habla social. Ambos conviven mucho tiempo ya que una ayuda a la otra a desarrollarse. Se considera que es a partir de los siete años cuando los niños empiezan a dejar de hablar solos, o más bien cuando el habla social aumenta en porcentaje, disminuyendo el habla egocéntrica, porque muchos niños empiezan a ser capaces ya de pensar en silencio.
Los niños hablan solos sobre todo en varios contextos:
– Mientras juegan, los niños suelen imitar diversas voces de personajes, o incluso preguntarse y contestarse a sí mismos simulando ser más de una persona.
– Cuando hablan con sus amigos imaginarios, muy comunes en niños hasta los 6 años. En estos casos, se escucha solo la parte de conversación de nuestro hijo.
– Para darse órdenes o recordarse lo que debe hacer. También cuando están muy concentrados.
Beneficios de hablar solos
– Los niños que hablan solos se están estimulando a sí mismos. Aprenden a solucionar situaciones que les serán de gran ayuda en el futuro.
– Hablar solo los conducirá a ser una persona más comunicativa.
– Cuando un niño está jugando y está hablando solo, su lenguaje se desarrolla de manera más estimulante.
– Si dice en voz alta todo lo que se propone hacer, conseguirá mejorar su capacidad del lenguaje y a la vez estimulará la capacidad del aprendizaje.
– Su mente comienza a ordenarse de manera lógica y con un buen sentido.
– Ayuda a organizar los pensamientos y expresar los sentimientos.
– Amplían su vocabulario.
– Cuando hablan solos en un contexto de juego simbólico, los niños practican la empatía, la creatividad, la imaginación, diferentes roles sociales…
– Ayuda a fomentar su expresión corporal.
Muchos expertos han concluido que existe una relación entre la inteligencia y la cantidad y calidad del habla. Esto indica, por tanto, que cuanto más inteligente sea el niño, más habrá recurrido a ella y, por ende, su contenido es mucho más maduro.
Fuente : Portal TodoPapás
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